Adiós enanete

Se chingó solito.

El gerente enano se fue a chiflar su mauser. Y es que lo cacharon haciendo manejos de dinero poco éticos... en fin. Se largó el viernes pasado y con él, se fue una de las gordas regatoneras que le tapaba sus movimientos sucios.

El lunes me llamó el subdirector del área y me propuso quedarme en la gerencia. Obvio acepté.

A dos días de estar en la silla "gerencial" me di cuenta de que está un poco complicado, yo creí que iba a estar tranquilo, pero no: me saqué la rifa del tigre, coño... Ya estoy en esto y no me queda otra más que sacarlo adelante, además, si el enanete logró mantenerse en este puesto sin hacer nada ¿quién mejor que el Mini para sacar esa chamba con el mínimo esfuerzo? A huevo.

Tengo muchas más ventajas aquí (igual de responsabilidades) pero nada imposible. Lo mejor del asunto es que las gordas quedan bajo mi control, ora sí las voy a poner a trabajar a las holgazanas.

Por favor, que llegue el fin de mes para cobrar mi nuevo y jugoso salario.

(Por primera vez, jugar al banquero me comienza a gustar...)